A veces, un
conjunto de casualidades te llevan a encontrar un pequeño tesoro.
La niña mágica fue para mí y para mi niña un amor a primera vista. De entrada,
las preciosas ilustraciones de Teresa Saco enamoran a cualquiera.
Virginia Alba nos regala un texto impecable, un relato lleno de magia que te
sumerge en un hermoso sueño, del que te despiertas siendo mejor persona.
La principal motivación fue para mi niña la ilustración de la portada en
valenciano, por su encantador unicornio volador.
Se lo he leído a mi hija, adaptándoselo a su edad, cambiando las palabras más
complejas por sinónimos, resumiendo y simplificando algo el texto puesto que
está concebido para lectores más mayores.
Es un cuento precioso para el último nivel de primaria y los primeros de
secundaria. Además les muestra al final los diversos recursos literarios
utilizados.
Como a mi hija le encanta dibujar, hemos hecho un taller de diseño de hadas y
unicornios, usando unas plantillas de un álbum de Crelando. Es cierto que hay
detractores que se oponen a dichas plantillas, pero mi experiencia en casa es
muy positiva, porque han abierto a mi niña un abanico de ideas y posibilidades
que ella no tenía en cuenta.
Además mi pequeña está feliz con el resultado y eso es para mí lo que importa.
Con los
adolescentes del rango de edad del texto, las ilustraciones nos invitan a
realizar un taller de dibujo artístico y creativo en el que puede surgir la
experimentación con las sombras.
El texto está editado por una de mis editoriales preferidas: Babidi-bú. Os recomiendo ver el esplendido Book-trailer que tenéis al final del enlace.